Este pasado domingo nos hemos desplazado al otro lado de la muga para disfrutar de nuestra afición y pasar un buen día entre amigos.
A las nueve de la mañana visitamos la zona de Barthes, en las Landas. Importante humedal constituido por zonas boscosas y praderas inundables, clasificado ZEPA desde 1991 y que ocupa desde Baiona hasta Dax. Pudimos observar Grulla, Ganso, Garza, Garceta, Garcilla bueyera, Aguilucho lagunero, Ratonero, Corneja, Pato porrón, Cerceta, Avefría… Al retirarnos de la zona nos sorprendió un buen bando de Grullas que trompeteando llegaban al lugar.
Desde Barthes nos dirigimos a Marais d’Orx, zona pantanosa de ribera que se extiende en ambas orillas del río Adour, cerca de Baiona. Allí observamos entre otras cosas, un grupo de 16 Espátulas, tres de ellas anilladas; Garceta grande, Aguilucho lagunero, pálido, y bastantes Cormoranes, además de Patos de todos los colores, Garza, Garcilla, Somormujo lavanco… Un Pito real se dejo ver cuando salíamos del sitio.
Dada la fecha en la que estábamos no podíamos perdernos la Fête du Piment, en la preciosa localidad de Ezpeleta. Mucha gente, buen ambiente y excelente el Ezpeletako Biperra, y la Axoa. Un lujo de día en tierras landesas y vascas.
Las Sociedades de Ornitología UGATZA e ITSAS ENARA, EGUZKI, el CLUB VASCO DE CAMPING, HARITZALDE, y los AMIGOS DE ULIA, reiteran la necesidad de abolir la caza en la totalidad del monte Ulía, en Donostia-San Sebastián.
Los grupos conservacionistas donostiarras venimos solicitando desde hace años la revisión de la declaración de Zona de Seguridad creada en 1.989 por la que se limitaba el ejercicio de la caza en beneficio de la seguridad de las personas y sus bienes.
Ulía es un monte que en la práctica, es un parque público tanto por sus características, como sobre todo, por el uso que le dan los ciudadanos, por lo que la práctica de la caza es incompatible y peligrosa para dicho disfrute.
Desgraciadamente en los veintiún años transcurridos desde esa declaración, las zonas naturales que rodeaban Donostia han sufrido un proceso continuado de desnaturalización y urbanización, motivado por la especulación inmobiliaria y acompañada por la proliferación de infraestructuras para el transporte motorizado, reduciendo considerablemente las zonas verdes disponibles para el reposo y refugio de las aves.
A pesar de esta severa transformación del paisaje natural, desde la Diputación Foral de Gipuzkoa poco o nada se ha hecho para adecuar a la realidad actual la ya “vetusta” declaración de Zona de Seguridad, por lo que la excepcionalidad con la que se creó esta Zona regulada, debe ser revisada con urgencia.
Fumarel común
Garza real
Avoceta
Archibebe claro
