A raíz de la noticia de los amigos de Itsas Enara sobre la ocupación de uno de los históricos nidos de Garza real en el Oria, nos hemos acordado de una curiosidad sobre esta especie. Hace ya varios meses que una de estas preciosas aves tiene querencia por una de las rotondas que existen en donostialdea, suponemos que por la abundancia de ratoncillos, o por que piensa presentarse a la próxima convocatoria para munipas... El caso es que pasa la mayor parte del día en ese lugar, complicado de fotografiar por el desbocado tráfico que absorbe. Una foto mala da fe de la historia, y otra buena homenajea a esta bonita ardeida.
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