
En las primeras horas de luz ha ido explorando primero un roble para pasar a visitar los fresnos y castaños próximos buscando las larvas de insecto que suele encontrar entre las rugosidades de la corteza.
La insistencia de sus llamadas y los repetidos tamborileos sobre los troncos, nos hace pensar que ha fijado su territorio de nidificación aquí, ya que suele hacerlo con insistencia desde los últimos días de febrero hasta mediados de mayo en que comienzan las puestas.
El Pico menor es un pájaro de amplia distribución en Guipúzcoa pero tenemos una población de baja densidad, pudiendo considerarse como escaso en Donosti. Es la primera vez que lo detectamos, en actitud de fijación territorial, en época reproductora en el parque Cristina Enea, lo que nos parece indicar que aquí encuentra buenas condiciones de nidificación y revela la importancia que siempre hemos propuesto de mantener en el Parque algunos árboles adultos que presenten parte de su tronco o alguna de sus ramas principales secas, siempre que no resulten peligrosas para los visitantes, con el fin de favorecer la construcción de las oquedades en donde este pájaro nidifica. También es importante la presencia de hiedras cuyos frutos forman una parte importante de la dieta en la ceba de los pollos.
La nidificación de estos carpinteros en los Parques donostiarras es una buena noticia que demuestra una gestión adecuada de los mismos.

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